En el fascinante mundo del afeitado clásico,
donde el arte y la elegancia se funden en un ritual mágico.
Sumérgete en sus encantos y déjate llevar,
por la poesía que en cada pasada empieza a brotar.
El escenario se prepara con mimo y esmero,
un baño de vapor que envuelve tu ser entero.
La barba se ablanda, los poros se abren,
listos para el delicado baile que sobreviene.
La brocha de cerdas suaves acaricia tu piel,
con movimientos circulares que se sienten como miel.
Se carga de crema y de aroma embriagador,
y en tu rostro dibuja espuma con esmero y fervor.
La navaja, como poeta de mano hábil y serena,
desliza su hoja con maestría suprema.
Cada trazo es un verso que la barba recita,
mientras la sensación de frescura te invita.
El agua fría, cual beso refrescante y vivo,
cierra los poros y a la piel brinda alivio.
La loción o bálsamo, con fragancia cautivante,
se convierte en el cierre perfecto y elegante.
El afeitado clásico, un acto de masculinidad,
una danza de paciencia, elegancia y sensibilidad.
Es un tributo a los hombres de tiempos pretéritos,
que con cuidado y estilo se adueñaban de sus hitos.
Así que sumérgete en este poema que te invita,
a vivir el afeitado clásico con pasión infinita.
Descubre en cada pasada un verso lleno de encanto,
y deja que el arte y la tradición se fundan en tu canto.
